Son los medios masivos de comunicación, lo que antes se conocía como Dios. Por los mass media uno sabe cómo vestir, qué es saludable comer, qué sucede en el mundo, qué se debe poseer para pertenecer al mundo, qué muebles comprar, de qué enfermedades se sufre, y por supuesto, se accede al Arte en la red, pero al Arte como Arte de hoy, Arte sin aura, es la copia cibernética de una pieza, no la pieza en sí, como sucede en un Museo; ¿Pero acaso importa ya eso? Se concluye que los mass media imponen una estética. Y como los medios masivos de comunicación, por lo general, no son objetivos, entonces lo que pueda salir de ellos tampoco lo es. Si la verdad que vende es aquella que dice que el arte hoy pertenece al pueblo, y por eso hay Arte público, Arte para el público etc. entonces esa es la verdad que ha de circular, pero lo cierto es que el pueblo, ante una obra de cualquier tipo, pero actual, reacciona con frases como “esto lo puede hacer mi hijo de seis años” o directamente larga una carcajada y nada más, entonces es evidente que el lenguaje utilizado por el arte no es el correcto, si lo que se pretende es llegar al pueblo. Que el arte es de y para el pueblo es mentira, el arte sigue siendo para unos pocos eruditos, y comprenderlo requiere instrucción, reflexión y un discurso que sustente a la obra.
Pretender que el arte tenga valor pedagógico es querer volver a la Edad Media, cuando el Arte estaba al servicio de Dios, y servía como imán para fieles que al ingresar a las grandes catedrales góticas quedaban impresionados por la grandiosidad de vitrales que hacían penetrar una luz potente, luz sagrada. El goce estético hizo que se adorara a Dios y todo lo que con él tuviera algo que ver. Esta función instructiva del Arte se vio muchas veces a lo largo de la Historia, otro ejemplo es el Realismo Socialista, que se valió del diseño en sus carteles como medio de propaganda política. Es por esto que hoy la publicidad quiere ser equiparada al Arte, porque cumple ese fin, sin embrago, el fin del Arte, hoy, es justamente otro.
La estética de lo feo, lo grotesco y la vuelta hacia el cuerpo del artista parecen ser las preocupaciones actuales, así como los regionalismos y la reivindicación de las minorías. Pero aun conociendo el fenómeno, se dificulta la tarea de responder cuál es el sentido del Arte. Ante el último punto tratado podría decirse que el fin último es la misma reivindicación de la mujer, o del indígena o los homosexuales. Podría deducirse otra vez que la tarea final del Arte es enseñar, es pedagógico y muestra las diferentes realidades de grupos que sufrieron (sufren) opresión. Crear consciencia sobre las diversas situaciones del humano, más que un fin, es quizá una consecuencia del Arte. Pero esta consecuencia forma parte del sentido del mismo, por lo que se la tendrá en cuenta también.
Hegel sostenía que la acción no está separada del fin, el hombre hace acciones pero no sabe el fin que persigue. Entonces el artista que dice que sabe lo que hace, miente, el que dice que hace algo porque le gusta, miente también; ¿está acertado el que no sabe lo que hace pero es consciente de ello? En el mundo del Arte Contemporáneo es prácticamente intolerable la idea de un Arte sin fundamento, sin un sustento teórico que lo avale, por más que muchas veces suene a palabrerío sin sentido, es necesaria una memoria explicativa de lo que muchas veces, sin palabras, no puede ser interpretado por los sentidos directamente. Entonces el Arte dejó de ser visual, es más complejo desde que se mezcla con el audio, los olores y al fin, con la literatura que lo avala. Ya no puede emitirse un juicio de valor estético basándose en la Belleza, al menos no en la Belleza entendida como antaño: bellas formas. La obra de Arte actual tiene hoy un sentido diferente. El goce estético ya no se da en el terreno de las pasiones...
(continuará)